El agua es quizás el elemento más importante de nuestro cuerpo, en los bebés ocupa 75% de su peso corporal y en las personas que rebasan los 60 años abarca hasta 55% de su cuerpo; sin embargo, algunas veces no somos muy conscientes del impacto que una correcta hidratación puede tener en nuestra salud.
Diariamente, nuestro cuerpo pierde alrededor de dos litros y medio de agua mediante la orina, el sudor e incluso al respirar, sin tomar en cuenta esos días calurosos del año, en los cuales nuestro organismo necesitará muchos más líquidos para trabajar correctamente.
Beneficios de la hidratación
Una buena hidratación nos otorga gran cantidad de nutrientes, mantiene nuestros tejidos oxigenados y listos para moverse entre muchas otras funciones como:
- Mejorar la concentración.
- Promover el proceso digestivo.
- Mantener la temperatura del cuerpo.
- Contribuye a equilibrar el estado de ánimo.
- Ayudar a regular la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
- Proteger los riñones y la vejiga de factores externos al mantenerlos limpios.
Consecuencias de la deshidratación
El cerebro cuenta con un centro de la sed en el hipotálamo, que se activa cuando alguno de nuestros órganos exige hidratación, así que la regla es tomar todo el líquido que queramos cuando la sed nos invada o de lo contrario surgirán todo tipo de problemas:
- Se afecta la memoria coro plazo.
- Aumenta la probabilidad de infecciones en el tracto unitario.
- Los riñones y la vejiga trabajan a marchas forzadas y pueden fallar.
- Provoca la formación de cálculos en los riñones, estreñimiento y dolores de cabeza.
Tu cuerpo necesita hidratación suficiente para funcionar, así que mantenlo sano tomando agua siempre que tengas sed y conservando una dieta equilibrada. Y si percibes que no es suficiente, recuerda que nunca está de más complementarlo con el consumo de infusiones, jugos y sueros orales cargados de electrolitos.
Fuentes: 1) Water, water everywhere. Harvard Health. 2) Agua, hidratación y salud. NCBI. 3) Calcio, la vitamina D y sus huesos. MedlinePlus.